miércoles, 17 de octubre de 2018

Licencia y salud mental

Estimad@s:
En 1er lugar escribo para agradecerles todas las muestras de apoyo desde el último mensaje. He sentido el cariño, aprecio y preocupación lo que ha sido sumamente reconfortante. En 2do lugar, y para evitar especulaciones de las que irresponsablemente se han hecho eco unos pocos medios, quiero contarles brevemente en que ha consistido este proceso. Desde chico fui diagnosticado con un Trastorno Obsesivo Compulsivo que durante muchos años naturalicé y mantuve a raya a punta de tratamientos intermitentes. La presión de la pega, sumado a mi irresponsabilidad de tratar este tema con seriedad y continuidad hizo que el TOC interfiriera mi vida cotidiana.
Para los que no lo conocen, el TOC es una enfermedad que consiste en pensamientos sumamente invasivos, que obligan a realizar determinadas acciones repetitivas contra las cuales es difícil luchar. El TOC no es sencillamente ser ordenado, muy preocupado por la limpieza o la caricatura que últimamente han hecho algunas películas. Es una batalla permanente con la mente, que puede afectar la vida cotidiana y que es muy desgastante. Afortunadamente también tiene solución  Hoy en Chile (y en el mundo) mucha gente tiene TOC u otras enfermedades mentales y no lo sabe o le da vergüenza asumirlo por el prejuicio que implica en la sociedad. 
Tenemos que hablar más de salud mental en Chile! Espero poder ser un aporte en este debate y ayudar a visibilizar el tema, porque si bien estas enfermedades no se ven como una fractura ni sangran como un corte, están ahí y se pueden enfrentar.
En concreto, durante las últimas dos semanas estuve de manera voluntaria en el Hospital Psiquiátrico de la Universidad de Chile para mejorar sustantivamente el tratamiento del TOC. Y afortunadamente me fue bien, me dieron de alta y estaré con licencia un par de días más para ir retomando progresivamente la pega que tanto me hace sentido, por Magallanes y para contribuir a que nuestro país sea un lugar más justo para vivir, especialmente para l@s desplazados, l@s marginados, l@s que no vemos.
Quiero terminar agradeciendo a las y los funcionarios del Hospital Psiquiátrico Universitario de la Universidad de Chile, por su profesionalismo y siempre buena disposición, más allá de que en los últimos días estén en una justa movilización por reivindicaciones laborales, durante la cual han mantenido turnos éticos, siempre estuvieron presentes. Mi más profundo respeto y apoyo a ellos y ellas.
Durante los próximos días me iré poniendo al día para aportar desde el lugar que me corresponde.
Por lo pronto, solo tengo sentimientos de agradecimiento. A mi familia, a mi equipo, a mis amigas y amigos y como decía en un comienzo a tod@s quienes me han enviado buenas vibras.
Con la esperanza intacta,
Gabriel