miércoles, 23 de septiembre de 2015

Breve reflexión sobre la "agenda corta anti-delincuencia"

Me imagino al gobierno, asediado por las encuestas, asediado por críticas de su misma coalición, asediado por sus propios errores no forzados, pensando "¿qué podemos hacer para mejorar en aprobación?".

Y entonces, después de las cartas al director al mercurio, los titulares de los diarios, los portonazos en horario prime de las noticias, las columnas de los mismo conservadores de siempre, y los sondeos de opinión, la delincuencia se presenta como la solución. ¡Todos juntos a combatir la delincuencia! Y el que no nos siga, está con los delincuentes!!

El gobierno elabora la "agenda corta contra la delincuencia". Subamos las penas! entreguemos más facultades a fiscales y policías! terminemos con la puerta giratoria!

Y el Congreso de la República, se deja fácilmente seducir por una agenda popular en apariencia, pero que no se sustenta en datos objetivos sino en percepciones, en prejuicios más que en un desarrollo serio y responsable de políticas públicas.

La Corte Suprema dice que esta agenda tiene elementos que difícilmente pueden considerarse compatibles con un Estado Democrático de Derecho, quienes han estudiado el fenómeno de la delincuencia nos dicen que ésta no se soluciona con más cárcel, sino con políticas integradores de largo aliento que combatan no solo la delincuencia, sino sus causas más profundas (segregación urbana, educación de calidad sin discriminación de clase, igual acceso a la justicia, entre tantas otras), y los pocos quienes nos oponemos en el Congreso somos abiertamente ignorados.

Pero qué importa opinión de los jueces! que no se metan en lo que no les corresponda. Qué importa lo que digan los penalistas! ellos no conocen la realidad. Que importan un par de diputados rebeldes! no necesitamos sus votos.

La agenda corta anti-delincuencia se aprueba. La derecha aplaude (obvio), pero la Nueva Mayoría también (salvo algunas excepciones como el PC). Y los que pierden son los pobres, los marginados, los excluidos. Como siempre.

Tenemos que construir nuevas alternativas políticas, no podemos seguir esperando.

Pd: Aprovecho esta reflexión para compartir con ustedes una columna de Paz Irarrázabal, de la ONG Leasur, sobre cómo el control preventivo de identidad constituye una amenaza para la igualdad http://www.elmostrador.cl/noticias/opinion/2015/09/18/776342/


3 comentarios:

Unknown dijo...

Ya y?

Lore dijo...

Comparto contigo Gabriel, la preocupación por como se toman medidas y decisiones sin considerar aquellos aspectos de base en un fenómeno como la delincuencia, tu lo manifiestas a modo general muy claramente. Hace poco leí un relato donde un adolescente le pregunta a su papá si parece un delincuente, solo a raíz de que fue sujeto de un control de identidad por su apariencia, esa es la visión que tenemos hacia nuestros jóvenes? cuando los noticiarios hablan de que la delincuencia juvenil ha aumentado, que se deben endurecer las penas para los adolescentes que cometen delitos, nadie dice que los adolescentes infractores de ley son un 5% de acuerdo a las propias estadísticas del ministerio publico, por lo tanto queda la idea y la impresión de que los adolescentes en su conjunto son un peligro, son violentos, cometen delitos y nadie hace nada y no es así, si bien existe el fenómeno el nivel de reincidencia es bajisimo, muchos de estos adolescentes son sancionados y no vuelven a cometer otro delito, así mismo no podemos dejar de lado que la mayoría de ellos ha sido victima de vulneraciones de derecho desde su infancia, sujeto de atención de programas de protección, por lo tanto hay un contexto que de por si es de exclusión. Así también se pretende promover que estén privados de libertad? cuando sabemos que el sistema carcelario no favorece ningún proceso de reinserción social ni para los adultos ni para los jóvenes, al contrario el efecto que tiene esta medida para un adolescente en plena etapa del desarrollo es devastador.

Gabriel Boric Font dijo...

Muy muy de acuerdo Lore!