viernes, 3 de octubre de 2014

Argumentación prohibición de arriendos en educación

La Comisión de educación despachó este miércoles el proyecto de ley que pone fin al lucro, selección y copago. El ejecutivo, en una de sus indicaciones, retrocedió de su propuesta inicial y permitió los arriendos de colegios, lo que fue aprobado. Creo que esto es un grave error que deja abierta la puerta al lucro, aunque sea regulado, en la educación. Les comparto la intervención que hice en la Comisión a propósito de este tema.




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Presidente, esta indicación busca permitir los arriendos con personas relacionadas sin fines de lucro, y los arriendos con personas no relacionadas, independiente de si tienen o no fines de lucro. Después de estudiar el punto con mucha detención, he llegado a la convicción de que, pese a la regulación, a través de este mecanismo se deja abierta la puerta justamente a lo que da sentido a esta discusión, que es permitir el lucro en la educación. Para poder explicar este punto, bien vale detenerse en él.
Lucro es la ganancia del capital a partir de una actividad. Es extracción de plusvalor. En el actual sistema, las utilidades se retiran de dos formas, renta y ganancia. Como las fundaciones sin fines de lucro no pueden retirar utilidades, se utiliza la renta de terceros como mecanismo de facto (el caso de las Universidades es claro en esto). La otra alternativa, que hemos buscado regular en otros aspectos de esta ley, son los salarios que no devengan trabajo (sostenedores que reciben sueldo no asociado a una labor).
Al no arrendar el bien inmueble, es decir, que no se pague su uso, se prohíbe la forma más clara de lucrar, porque no se camufla de trabajo. El proyecto del gobierno inicialmente manifestaba la voluntad de terminar con la renta a partir de la educación, aunque los mecanismo concretos para lograrlo hayan podido ser discutibles. Desgraciadamente, para resolver el problema del mecanismo, con esta indicación el gobierno renuncia a su voluntad inicial, y eso es precisamente lo que no podemos permitir. Ayudemos al gobierno a rescatar el espíritu original de este proyecto en esta materia.
El principal argumento de quienes defienden que el arriendo no es lucro es que constituye un negocio distinto del educacional. De esta manera, el servicio inmobiliario prestado por el tercero se vuelve equivalente a otros servicios necesarios para funcionar (la luz, el agua, etc.).

El gobierno propone un sistema de arriendo que lo hace más barato que el precio de mercado. Puesto así, arrendar a un precio bajo el mercado sería, en la práctica, un aporte del tercero a la educación (del dueño del inmueble), puesto que estaría dejando de percibir un delta por arrendar ahí y no en otra cosa.

Ejemplo: “tengo un edificio y ayudo a la educación, me arriendan por menos plata, y dejo de percibir lo que recibiría si arrendara para un supermercado”.

Este argumento se extrema: se plantea que, en realidad, en todo lugar no solo pagamos la luz o el agua, sino que todos pagamos el “costo de oportunidad” cuando somos propietarios de un inmueble (léase, el costo de oportunidad de no estar arrendándolo).
  
Con este argumento, el arriendo regulado representa un “ahorro”.

Este argumento es falaz. Permítame explicarlo.

En todo servicio necesario para la educación, el capitalista que lo ofrece debe producir valor: en el agua, los libros, la comida que entrega la JUNAEB, etc. En ninguna de esas actividades el valor se origina en lo que pasa en las aulas, sino en otro lugar, previo a ese. Tras todas esas actividades hay trabajo, la renta y la ganancia que producen esas actividades provienen de sí mismas (la ganancia de la manipuladora de alimentos, del trabajador del agua y del control del proceso de trabajo;  la renta por el derecho de uso de la tierra por donde el agua pasa o de donde se saca).

Quien es dueño del inmueble de la escuela no hace nada, y recibe parte del valor generado en las aulas, en este caso (como la educación no se vende en el mercado) de los recursos que se entregan para tales actividades, en este caso, recursos públicos.
  
Esta es la razón de la triangulación en primer término: la renta del inmueble SURGE DE LOS RECURSOS DESTINADOS A EDUCACIÓN Y NO APORTA TRABAJO A ELLA. ¿Qué aporta? El derecho de ocupar el inmueble.

La renta proviene de la educación y no aporta trabajo. El Estado debe obligar a que el sostenedor sea propietario, comprarle al tercero, o expropiar. Hay mil formas, pero el punto es: el colegio no puede dar renta, porque esos son recursos que no van a calidad.

Esto es lucro de la educación, no importa si es un peso o todo el PIB. Como mecanismo debe desaparecer, de lo contrario, se legitima el lucro en educación y con recursos públicos. Todo peso que se invierte en educación debe ir a educación. El arriendo hace que esa condición no se satisfaga, y de la peor manera, porque es renta y no ganancia.
  
Tras 2011 el mercado en educación, como estaba, se deslegitimó. Deslegitimado que el mercado sea viable en educación en la misma forma jurídica que en todas partes (colegios como empresas, escuelas como propiedad privada), debe dar lugar a un derecho específico, que legitime su funcionamiento.

Las indicaciones retrotraen la discusión, abriendo el arriendo. La discusión se centra en el monto y no en el principio.

Entonces, ni se mejora el mercado, ni se acaba con él. Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario: se negocia un “rentismo regulado con recursos públicos”. El arriendo se legitima, regulándose un poco su monto.

Yo no puedo avalar esto en principio. Independiente del monto. Independiente de si el tercero es relacionado o no. Independiente de si tiene o no fines de lucro.

Si se trata de una discusión sobre la iglesia, que se diga de frente y no se trate de engañar a la sociedad. Discutamos el tema de la iglesia. Pero no nos engañemos.

No cometan el mismo error de las manos levantadas del 2007, del cual ustedes mismos se han arrepentido. Se que ha habido presiones para que aprueben, y muy duras. Pero este tema es fundamental. Si aprueban esta indicación están dejando la puerta abierta al lucro, aunque sea regulado. Es el mismo mecanismo que utilizaron empresarios inescrupulosos para reventar a los estudiantes y trabajadores de la Universidad del Mar, la misma manera en que hoy se triangulan recursos que no se invierten en más calidad para nuestros estudiantes, el mismo concepto contra el cual nos levantamos y hemos marchado desde el 2006 en adelante.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Gabriel, ¿Puedes explicar mas en detalle o en la practica porque esto es malo para la educación?. no logre entender el punto en tu intervención. También me gistaría conocer como afecta lo inicialmente propuesto por el gobierno a los colegios catolicos. Y cual ha sido la presión que percibes hubo para que se haya cambiado a través de una indicación.

Saludos