domingo, 17 de febrero de 2013

Lo efímero de lo grueso

Acabo de terminar de leer el libro "La guerrilla literaria en Chile" de Faride Zerán, que cuenta de manera muy bien documentada y tremendamente entretenida, la historia de la lucha poética (y a veces más allá de las palabras), entre tres grandes de la poesía chilena: Vicente Huidobro, Pablo De Rokha y Pablo Neruda. 

En uno de sus capítulos da cuenta de las diferencias estéticas que enfrentan a mediados de la década del 20 a De Rokha con Huidobro. Es en ese contexto en que se publica esta carta (extractos) de Huidobro en respuesta a una crítica que le hiciera el toro salvaje en la revista Dínamo. Es, desde mi punto de vista, una respuesta magistral, que aplica a mucho más que a la poesía, y, por qué no decirlo, a muchos le vendría bien como consejo en estos días.

 “Fuera del título que me parece algo futurista, a la italiana, su revista es simpática y hará mucho bien. Me parece ver en su grupo una tendencia a lo grandioso, al drama horrendo, a lo tormentoso y desbocado de terrores, y ello, créame Ud., es infantil, es hinchazón hispánica y resta fuerza verdadera a toda obra. La verdadera fuerza no se ve, pues no consiste en emplear palabras formidables, sino en dominar y manejar el cosmos con la sonrisa en los labios.
 Yo nunca he cantado poemas melancólicos y no podrían citarse en mi obra una docena de poemas con ese elemento que es quizás lo que más detesto. Por otra parte, en mi poesía no hay problemas, pues yo no creo que exista ningún problema.
Créame amigo, por la vieja amistad que nos une, que algún día que nos veamos, se lo probaré con libros en la mano: el europeo no es sutil, en cambios Uds.,  si son sutiles porque la grandilocuencia es trampa verbal, es engaño de sonoridades, y es sutileza dar el aspecto de una cosa y no la cosa.
… Dice usted en el artículo que me envía, “duradera es la obra delgada de Huidobro”, y yo creo justamente que si ella es duradera, es porque está hecha sin pretensión, sin aspiraciones trascendentales, sin creerse gigantesca, sino el libre juego de los sesos de un individuo que se aburre y quiere no aburrirse.
Lamento no poder decir lo mismo de las obras gruesas, ellas son perecederas. Al correr de los años se desinflan. Así como los globos de los niños, que al día siguiente de comprados, amanecen en el suelo como pájaro muerto.
…Matemos una vez por todas ese énfasis hispánico, esa falsa poesía gruesa, de tumores de humo, herencia de Herrera y de Quintana, que aunque tapicemos de modernidad, no pierde, por ello, todo su peso muerto”

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Dos entrañables. Pero mi discusión o conflicto favorito, si quieres llamarlo así, es el de Pablo de Rokha con Neruda.
Debo confesar que por varios años y hasta hace poco, porque lo regalé a otra persona que también disfruta con la poesía, me acompañó en mi bolso "Tercetos Dantescos a Casiano Basualto" (la lectura y el arte no deben ser privativos, sino que, se comparte. Lo regalé,él lo leyó y regaló, y así espero que ese libro siga su curso y pase de mano en mano. Era la idea). Genial es el libro, al igual que "Neruda y Yo".
"Gallipavo senil y cogotero
de una poesí a sucia, de macacos,
tienes la panza hinchada de dinero.
(...)
Por tu gran colección hermafrodita,
sin que falte una loca concha sola
la reacción mundial te felicita.
(...)
La épica social americana
la escribo yo, rugiendo pueblo adentro,
con mi pluma-fusil, (gran hacha humana).".
Si te gusta la poesía y el arte, deberías ir alguna vez a una de las reuniones rokheanas donde los De Rokha. Son únicas.
Saludos,
Rock.

Gabriel Boric Font dijo...

Muchas gracias!! donde son esas reuniones??

Anónimo dijo...

Son en Providencia. En la casa de una de sus nietas, que es donde se reunen las personas de la Fundación De Rokha y todos los que quieran ir a estas juntas extraordinarias.
Ya le dije que estabas interesado, así que, cuando sea la próxima te avisará.
Saludos,
Rock.