Estaba revisando viejos libros de mi abuelita y me encontré con "Lagar" de Gabriel Mistral, regalado por quien parece haber sido un amante, según deduzco de la dedicatoria a pluma de Febrero de un lejano 1955. En él, el poema que abre el libro es "La otra", hermoso y desgarrador, aunque también con una esperanza algo oculta, que me pareció bonito compartir.
La otra
Una en mí maté:
yo no la amaba.
yo no la amaba.
Era la flor llameando
del cactus de montaña;
era aridez y fuego;
nunca se refrescaba.
del cactus de montaña;
era aridez y fuego;
nunca se refrescaba.
Piedra y cielo tenía
a pies y a espadas
y no bajaba nunca
a buscar «ojos de agua».
a pies y a espadas
y no bajaba nunca
a buscar «ojos de agua».
Donde hacía su siesta,
las hierbas se enroscaban
de aliento de su boca
y brasa de su cara.
las hierbas se enroscaban
de aliento de su boca
y brasa de su cara.
En rápidas resinas
se endurecía su habla,
por no caer en linda
presa soltada.
se endurecía su habla,
por no caer en linda
presa soltada.
Doblarse no sabía
la planta de montaña,
y al costado de ella,
yo me doblaba...
la planta de montaña,
y al costado de ella,
yo me doblaba...
La dejé que muriese,
robándole mi entraña.
Se acabó como el águila
que no es alimentada.
robándole mi entraña.
Se acabó como el águila
que no es alimentada.
Sosegó el aletazo,
se dobló, lacia,
y me cayó a la mano
su pavesa acabada...
se dobló, lacia,
y me cayó a la mano
su pavesa acabada...
Por ella todavía
me gimen sus hermanas,
y las gredas de fuego
al pasar me desgarran.
me gimen sus hermanas,
y las gredas de fuego
al pasar me desgarran.
Cruzando yo les digo:
Buscad por las quebradas
y haced con las arcillas
otra águila abrasada.
Buscad por las quebradas
y haced con las arcillas
otra águila abrasada.
Si no podéis, entonces,
¡ay!, olvidadla.
Yo la maté. ¡Vosotras
también matadla!
¡ay!, olvidadla.
Yo la maté. ¡Vosotras
también matadla!
3 comentarios:
Todos somos bellas flor q el tiempo cruel o nosotros marchita, nos quedamos recordando su flameo espontáneo o creamos otras, q quizás sirva, quizás Nos alegra,,,quizás sea mejor
Gabriel, me gustaría ser más sensible. Pero como todo, es un proceso que requiere de voluntad. Pienso que la voluntad, más que querer, es deseo.
Saludos.
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