martes, 7 de octubre de 2014

Intervención proyecto de trabajadoras de casa particular

Todos los proyectos relativos a trabajadoras de casa particular que fueron fusionados en este proyecto tenían como uno de sus objetivos establecer que éstas tienen los mismos derechos básicos que el resto de los trabajadores, para así poder cumplir con el Convenio 189, que se votará hoy en la Cámara, y la Recomendación 201. Pese a ello, como muchas veces pasa en este congreso, los principios y las ideas matrices de los proyectos quedaron muy lejos de lo que finalmente hoy se está votando.

Cuando hablamos de trabajadores de casa particular, hablamos de uno de los trabajos más precarizados. Hablamos principalmente de mujeres, muchas de los cuales son migrantes o son las más pobres de nuestro país, siendo las más vulnerables a la discriminación en sus empleos y a abusos en sus derechos humanos. Por ello su trabajo debería ser aún más regulado y deberíamos adoptar medidas especiales para protegerlas, pero sucede todo lo contrario.

La indicación de la presidenta Bachelet establece para las y los trabajadores que viven en la casa del empleador 4 días adicionales de descanso dentro de cada mes calendario (en vez de los 2 días del proyecto de Piñera), y se acortaron los inexplicables plazos que retrasaban la plena exigibilidad de la ley. Pero el proyecto no se hace cargo de la jornada laboral de aquellas, piso mínimo para poder hablar en igualdad con el resto de los trabajadores. Así, en el mundo ideal, si a estas trabajadoras se les respeta el descanso dominical más un día de descanso a la semana y trabajan como es usual 12 horas mínimo, tendrán una jornada de 60 horas a la semana, lo que supera con creces a la jornada del resto de los trabajadores. Si sumado a esto tenemos una fiscalización casi de papel, podríamos decir que en Chile cerca de 55.600 personas, dentro de cuyo segmento el 98.2% equivale a mujeres, están en un régimen prácticamente de esclavitud al no establecer un límite a la jornada de trabajo. No olvidemos que la lucha por las ocho horas de trabajo es una lucha que dieron los trabajadores en el siglo XIX y hoy estamos amparando que existan mujeres trabajando más de doce horas diarias.

En su informe a la CEDAW el año 2012 el Estado dio cuenta de los avances legislativos en esta materia y utilizó la tramitación de este proyecto de ley para dejar tranquilo el Comité, señalando que este proyecto tiene por fin principal equiparar la jornada de las trabajadoras domésticas (hasta 72 horas semanales) a la regulación ordinaria (45horas semanales).  Situación que como sabemos se aleja totalmente de la realidad toda vez que no se regula la jornada de las trabajadoras puertas adentro y que la jornada de las trabajadoras puertas afuera, se reduce a 45 horas a la semana, pero luego se agrega una jornada adicional, sui generis en el derecho comparado (no se aplican las reglas que el Código del Trabajo estipula para la jornada extraordinaria) , de 15 horas más, que se supone se establece de común acuerdo y bien sabemos quién gana en los acuerdos entre los empleadores y los trabajadores, así la jornada sólo se reduciría de 72 horas a 60 horas, siendo aún una jornada desigual con respecto al resto de los trabajadores.

La recomendación del Comité es que la eliminación de esta distinción arbitraria, entre las trabajadoras de casa particular y el resto de los trabajadores, debe ser acompañada de la fiscalización efectiva del acatamiento de la norma más aún si se considera que el incumplimiento de la legislación, en muchos casos, se asocia con discriminaciones por nivel socioeconómico, origen étnico o nacionalidad, entre otras condiciones de las trabajadoras. Sin embargo, la  fiscalización aquí propuesta es bastante timorata toda vez que se supone existiría un choque con el derecho a la intimidad y vida privada del empleador, y por lo tanto, si este no quiere que lo fiscalicen tendría la posibilidad de negarse y concurrir en otra oportunidad a la Inspección con los documentos requeridos.

Voy a votar en contra de este proyecto porque creo que si bien desde una perspectiva restrictiva podría ser considerado un avance, sigue siendo insuficiente e incluso discriminatorio con las trabajadoras de casa particular. Pero principalmente voy a votar en contra porque no podemos seguir permitiendo, en particular en materia laboral donde se expresa quizás más violentamente las explotación de los trabajadores, la lógica de avanzar "en la medida de lo posible", un posible que por cierto no definen los y las trabajadoras, sino los empleadores y los empresarios en acuerdo con el gobierno de turno.

Quiero destacar si, el trabajo que ha realizado el Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular, y ponerme desde ya a su disposición para colaborar en mejorar este proyecto. Mi voto es contrario a este proyecto por su insuficiencia y su inexplicable legitimación de la desigualdad de trato hacia las trabajadoras de casa particular en relación al resto de los trabajadores, pero ello no afecta mi compromiso para trabajar en conjunto con ustedes para reparar las condiciones indignas en que como sociedad hemos permitido desarrollen su trabajo.


9 comentarios:

Anónimo dijo...

Nuevamente votas de la mano con los fachos. No puede ser, que en disconformidad con ciertos matices que a tu parecer no dan un 100% de avance, votes con esa derecha conservadora y fulminante para Chile. Sabes? si no te dan en la razón, por ultimo no pienses en ti, sino mas bien en aquellas trabajadoras que sufren el maltrato de personas que al igual que tu, estan en contra de cualquier avance sustantivo en materia de derechos de los trabajadores. Decepcionante tu actuar, ojala Magallanes decida bien para la próxima.

Gabriel Boric Font dijo...

Señor anónimo (ojalá para la próxima se identifique), no voté con la derecha Conservadora a la que aludes. La derecha votó a favor del proyecto junto con la Nueva Mayoría. Saludos.

Luis dijo...

No gastes tiempo en quién no ve el bosque si no el árbol, que se tome el tiempo de leer un poco y luego opine, bién por tú voto en desacuerdo a la ley.

Serge François dijo...

El Señor anónimo seguramente sufre de Analfabetismo Funcional: El problema que afecta al 44% de los chilenos y que va en aumento.
No es en vano que Desde 2006 en nuestro país se ha gestando un movimiento social para mejorar la educación. Primero con la Revolución de los Pingüinos y luego con el Movimiento Estudiantil de 2011 y de los adultos que tambien marchamos por todo Chile para CANBIAR ESTA TRISTE REALIDAD que se refleja en falencias como la del SrANONIMO QUE EN SU ANONIMATO LE HACEN EL JUEGO A LOS DUEÑOS DE CHILE. /// Atte.
Serge François (Actor -Antropologo

Anónimo dijo...

Excelente Gabriel, ojalá salgan más diputados así de Magallanes y de cada región del país.

Anónimo dijo...

100% de acuerdo. Sigue actuando de acuerdo a tus convicciones sin importar los pataleos, es señal de que hay avance.

Chino dijo...

Gracias Gabriel por ser una "mínoría significativa" en el congreso, pues representas a la mayoría de la calle.

sergio dijo...

Felicidades grabriel estas dando credibilidad a la politica marcando la diferecia de seguir haci tienes un gran porvenir y el apoyo de las futuras generaciones saludos

Fernando González M. dijo...

Me llama la atención lo contradictorio que es el señor Anónimo. Primero critica tu voto, luego, horas más tarde se critica a sí mismo y apoya que hayas votado en contra xD Un abrazo. Felicitaciones. Fernnado González M.