Muy buenas tarde señor Ministro Eyzaguirre
y Subsecretaria Quiroga,
Más que preguntas, al ser esta la primera
vez que nos encontramos, creo relevante hablar de principios. Y eso,
justamente, es lo que trataré de hacer en mi intervención.
Para la sociedad chilena el consenso es
claro: la educación es un derecho y no puede seguir siendo un bien de mercado.
Tengo la esperanza que esta lucha la vamos a ganar. Sabemos también que para
eso hay que vencer la resistencia de los poderes fácticos y los que han lucrado
con nuestros derechos. Tienen representantes en este congreso y en todas las
instituciones. Por décadas las han controlado.
Hemos venido luchando contra estas
resistencias durante años. Y de gobiernos pasados hemos escuchado lamentos y
explicaciones de por qué los cambios democráticos no se han profundizado, al
mismo tiempo que promovían más y más mercado.
Este gobierno tiene una oportunidad
histórica: la derecha es hoy minoría en las cámaras. Y más importante aún: se
ha conformado una mayoría social y cultural a favor de los cambios, una que ya
no va a creer más en excusas ni manipulaciones.
Si el gobierno tiene de verdad la
convicción de hacer de la educación un derecho, pueden esperar de nosotros un
apoyo a los proyectos de ley correspondientes. Pero si una vez más los anhelos
de tantas familias son olvidados, que lo sepan: vamos a levantar nuestra voz.
Actuaremos con transparencia, pues el lugar que ocupamos acá no se lo debemos a
la vieja política. Nuestra lealtad es con las fuerzas sociales y los ciudadanos
que nos han puesto acá, y que han contribuido a hacer de Chile un país más
democrático.
Durante años los gobiernos de la Concertación usaron
la retórica de los “derechos sociales” para profundizar el mercado y el lucro
con recursos de todos los chilenos. Dijeron “derechos”, pero en la realidad
dieron bonos. Hablaron de educación pública, pero financiaron el lucro privado.
Por eso hoy queremos ser claros. Nos parece que una reforma que avance en la
dirección correcta en el plano educacional, tiene que hacerse cargo de algunos
aspectos que no pueden ser manipulados.
Son seis los que
nos parecen más relevantes:
1.- La
educación debe ser un derecho: un bien de todos
La educación es la acción mediante la cual
la sociedad entrega a los jóvenes la cultura que ha elaborado, tanto sus saberes
como sus valores. Es el espacio además donde el conocimiento se desarrolla y
enriquece. Por su importancia, por lo difícil que es educar y aprender, por los
años que toma, por la enorme complejidad de la tarea, esta función de la
sociedad debe estar bajo la soberanía democrática de todos, con tal que podamos
definir sus fines y orientaciones generales, y nos relacionamos con ella como
ciudadanos, no como capacidades de pago. Esta es la verdadera libertad de
enseñanza: el que todos decidamos democráticamente cómo es la educación
chilena, no que paguemos la que podamos comprar. Por eso la educación debe ser
un derecho social universal, el que debe estar garantizado constitucionalmente.
2.- La
educación debe ser predominantemente pública
La expresión concreta de esta función
social, es que el sistema educacional dependa de las instituciones
democráticas. Por ello la educación deberá asentarse institucionalmente en un
pilar público, llevando en un plazo razonable a que la educación pública
atienda a la mayoría de los niños y jóvenes de Chile. Esto implica el
fortalecimiento, expansión y financiamiento directo de las instituciones
públicas, promoviendo que colaboren y se articulen, y terminado con el
autofinanciamiento y la competencia.
También quiero dejarlo claro: lo estatal en
sí no siempre es positivo; lo que aspiramos es a la democracia. Construir una
nueva educación pública implica abrirla entonces al control ciudadano, y
sacarla del dominio tecnocrático y burocrático. Hacer de estas instituciones responsables
de sus actos, a ser más transparentes, tomarse en serio la enorme
responsabilidad que ponemos en ellas.
Por cierto, esto no implica que toda la
educación sea del Estado. La educación particular podrá ser colaboradora de
esta función pública en virtud de pactos de largo de plazo entre el Estado y
sus entidades, los que pueden incluir el traspaso de recursos. Para ello deberá
aceptar ciertas reglas propias de la educación pública, como la gratuidad, no
seleccionar, tampoco lucrar. Pero hay que ser claro: las instituciones
particulares, incluso las que de verdad quieran aportar de este modo, no pueden
reemplazar la función de la educación pública ni su necesaria condición
mayoritaria, porque no son depositarias plenamente del interés general. Más recursos
a instituciones particulares no es fortalecimiento de las instituciones que son
de todos.
Lo brazos y manos de lo público no pueden
ser un enjambre de medidas, estándares, mediciones, incentivos o correctivos
que obliguen a un sistema mayoritariamente privado a actuar de tal o cual
manera. Lo público no es “guiar al mercado”. Es actuar directamente con sus
propias instituciones, a través de entidades de calidad, fuertes, democráticas.
3.- La
educación debe ser gratuita para los ciudadanos
En tanto derecho social universal, la
educación no puede tener un precio para los ciudadanos. No importa el ingreso
económico que se tenga. Las personas deben vincularse con ella sin que medie el
dinero. Por supuesto, deben contribuir solidariamente con sus costos a través
de una nueva estructura impositiva progresiva general del país, donde quienes
tienen más dinero aporten proporcionalmente más. Es importante además que la
riqueza natural del país, principalmente el cobre, aporte a la creación de más
conocimiento.
4.- La
educación debe ser coherente y racional.
Tenemos que volver a preguntarnos para qué
educamos. La educación no puede ser un proceso automatizante para, como usted
mismo dijo ministro, terminar convirtiéndose en una fábrica de producción de
salchichas, de mano de obra barata para el mercado.
Como decía, la educación debe organizarse
democráticamente. Lo que implica, entre otras cosas, que debe satisfacer
coherentemente los fines establecidos por todos. Hay que hacer coherentes los
currículos, ponerlos a tono con el siglo XXI. Hacer que las instituciones
colaboren; que la matrícula de distintas carreras tenga que ver con las
necesidades reales del país y no con los intereses de mercado de tal o cual
institución. La educación debe dejar de ser anárquica, sometida a las fuerzas
del mercado, y empezar a tener sentido, a construir las condiciones mínimas
para que pueda llevarse a cabo. A un carácter más racional y planificado se
suma necesariamente mejorar la situación actual de los docentes y trabajadores
de la educación.
5.- Con
la educación no se puede lucrar
La educación es una tarea demasiado
importante como para que los actores que la llevan adelante la utilicen de
medio para la ganancia. Por eso, en toda la educación reconocida por el Estado,
no puede haber fines de lucro. No se trata que lo hagan mejor o peor; aunque en
Chile sabemos las mejores instituciones no lucran. El punto es que no puede
haber ni un peso que surja del sueño y esfuerzo de una familia por educarse que
vaya a parar a otra actividad que no sea educacional. Ya basta de lucrar con
nuestros derechos.
En esto, no hay puntos medios. La
educación, o es un derecho, o es un negocio. Yo, por supuesto, estoy por la
primera opción.
Muchas veces, cuando se discuten políticas
públicas en nuestro país, se asume de manera natural que lo nacional es lo que
se discute en la capital. Quiero hacer un enérgico llamado para que en el
debate educacional, las soluciones las sancionemos considerando la voz de las
regiones. Tengo el honor de representar a Magallanes y tengo la certeza que
desde mi región hay muchas voces que pueden ser un gran aporte en la
construcción de una educación pública, igualitaria, gratuita y de calidad.
Nunca más sin nosotros.
Muchas gracias.
10 comentarios:
Aunque yo no sea de Magallanes, es agradable tener un representante que realmente represente mis convicciones.
nuestro aporte al mejoramiento de la educación, lo estamos haciendo de este modo:http://www.elciudadano.cl/2014/03/19/103129/proyecto-aula-viva-el-ecosistema-como-recurso-educativo/
Usted acaso no está teniendo lucro personal en su condición de diputado? O también va afirmar que ganaría mucho más en la empresa privada? Mi tema es que aún que las instituciones lucren eso no las hace malas. Si pasamos todas las universidades privadas al control de la ciudadanía podemos administrarlas? Lindas palabras que solo hacen que usted gane votos y siga lucrando en su papel publico. Cuando presente un proyecto con plazos y números se ganará mi respeto.
Boric... invite al "anónimo -que escribió- el 19 de marzo de 2014, 21:47" a tomar unos verdes. Un buen MATE a las 5 de la tarde.
De hecho, llévese un MATE, haga sus rondas con la gente en la TV, la reunión, la idea, la negociación. En el puesto, la Estancia (aún el dueño y trabajador, pueden compartir un mate, se pueden sentar en la misma mesa... no significa que ganen lo mismo)
Así representa aún mejor el espíritu de Magallanes.
Ni pensar, que el MATE es Argentino? No, no, nooo.. es GUARANÍ!
Desde Natal, last hope!
Bien Gabriel, vaya que nos hace falta el buen contrapunto por estos días de mayorías y de consensos. Política, creación y poesía todavía maridan. Saludos.
Gabriel, la mala imagen que te están formando en los medios contrasta con lo que dices y escribes, esas palabras debieran ser tu verdadera imagen pública. Cuida la forma en que te ve la gente, en política eso es lo que más vale, muestra tu mejor lado, porque hay cámaras tratando de mostrar lo que no es tan bueno.
Gabriel, merecido tienes el lugar que te otorgo tu hermosa región en democracia. Eres un fiel representante de casi el 90% de los chilenos y chilenas en lo que dices y sé que harás pues tus valores y convicciones no los tranzaras aunque fuertes sean las tormentas que te quieran llevar a otro lugar. Eres el tipo de político que necesita este CHILE HOY, inteligente, claro, directo, innovador y comprometido con tu región y con tu propio país. A la vieja política ya le queda poco y harán todo lo posible por callarte. Adelante buen y honesto ciudadano que tienes de parte de muchos todo el apoyo.
A partir del 2006 los jóvenes secundarios se alzaron y salieron a la calle por más y mejor educación para tod@s, ese sentir terminó con la comisión de expertos, en que muy poco se avanzó, pero vino un despertar el 2011 y 2012 y 2013, en dónde visualizamos que no bastaban 100 mil, 200 mil o 500 mil en la calle, también había que disputarles el lugar dónde se toman las decisiones y eso es el parlamento que por más de 20 años se lo entregamos al binominalismo, por lo que la presencia de Boric, Jackson, Vallejo y Cariola, son el resultado de ese caminar y como leemos en este blog...vamos por ancho camino, gracias por vuestro testimonio, gracias por devolver-nos la esperanza de un Chile más justo, igualitario y amoroso. Ven...Seremos!
A partir del 2006 los jóvenes secundarios se alzaron y salieron a la calle por más y mejor educación para tod@s, ese sentir terminó con la comisión de expertos, en que muy poco se avanzó, pero vino un despertar el 2011 y 2012 y 2013, en dónde visualizamos que no bastaban 100 mil, 200 mil o 500 mil en la calle, también había que disputarles el lugar dónde se toman las decisiones y eso es el parlamento que por más de 20 años se lo entregamos al binominalismo, por lo que la presencia de Boric, Jackson, Vallejo y Cariola, son el resultado de ese caminar y como leemos en este blog...vamos por ancho camino, gracias por vuestro testimonio, gracias por devolver-nos la esperanza de un Chile más justo, igualitario y amoroso. Ven...Seremos!
Gabriel:
Leí el texto en relación a la educación y eché en falta una mención más honrosa al ejercicio docente y participación de estos en las transformaciones a la educación de nuestro país. Confío en que más adelante este punto sea considerado en tus intervenciones en el congreso.
Saludos
Claudia
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